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La Biblia hoy - Nueva Versión Internacional

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
21/04/2025

1 Reyes 15-17

Capítulo 15

Reinado de Abiam

 1En el año dieciocho del reinado de Jeroboán hijo de Nabat, Abías ascendió al trono de Judá, 2y reinó en Jerusalén tres años. Su madre era Macá hija de Abisalón. 3Abías cometió todos los pecados que, antes de él, había cometido su padre, pues no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su antepasado David. 4No obstante, por consideración a David, el Señor su Dios mantuvo la lámpara de David encendida en Jerusalén, y le dio un hijo que lo sucediera, para fortalecer así a Jerusalén. 5Porque David había hecho lo que agrada al Señor, y en toda su vida no había dejado de cumplir ninguno de los mandamientos del Señor, excepto en el caso de Urías el hitita. 6Durante toda la vida de Abías hubo guerra entre Roboán y Jeroboán. 7Los demás acontecimientos del reinado de Abías, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. También hubo guerra entre Abías y Jeroboán. 8Y Abías murió y fue sepultado en la Ciudad de David. Y su hijo Asá lo sucedió en el trono. Asá, rey de Judá

Reinado de Asa

 9En el año veinte de Jeroboán, rey de Israel, Asá ocupó el trono de Judá, 10y reinó en Jerusalén cuarenta y un años. Su abuela era Macá hija de Abisalón. 11Asá hizo lo que agrada al Señor, como lo había hecho su antepasado David. 12Expulsó del país a los que practicaban la prostitución sagrada y acabó con todos los ídolos que sus antepasados habían fabricado. 13Hasta destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella se había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón. 14Aunque no quitó los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al Señor. 15Además, llevó al templo del Señor el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.

Alianza de Asa con Ben-adad

 16Durante los reinados de Asá y Basá, rey de Israel, hubo guerra entre ellos. 17Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá. 18Entonces Asá tomó todo el oro y la plata que habían quedado en los tesoros del templo del Señor y de su propio palacio, y les encargó a sus funcionarios que se los llevaran a Ben Adad, hijo de Tabrimón y nieto de Hezión, rey de Siria, que estaba gobernando en Damasco. Y le envió este mensaje: 19"Hagamos tú y yo un tratado como el que antes hicieron tu padre y el mío. Aquí te envío un presente de oro y plata. Anula tu tratado con Basá, rey de Israel, para que se marche de aquí." 20Ben Adad estuvo de acuerdo con el rey Asá y mandó a los jefes de su ejército para que atacaran las ciudades de Israel. Así conquistó Iyón, Dan, Abel Betmacá y todo Quinéret, además de Neftalí. 21Cuando Basá se enteró, dejó de fortificar Ramá y se retiró a Tirsá. 22Entonces el rey Asá movilizó a todo Judá, sin eximir a nadie, y se llevaron de Ramá las piedras y la madera con que Basá había estado fortificando la ciudad. Con ellas el rey Asá fortificó Gueba de Benjamín, y también Mizpa.

Muerte de Asa

 23Los demás acontecimientos del reinado de Asá, y todo su poderío y todo lo que hizo, y lo que atañe a las ciudades que edificó, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. Sin embargo, en su vejez sufrió una enfermedad de los pies. 24Luego Asá murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Josafat lo sucedió en el trono. Nadab, rey de Israel

Reinado de Nadab

 25En el segundo año de Asá, rey de Judá, Nadab hijo de Jeroboán ascendió al trono de Israel y reinó allí dos años. 26Pero Nadab hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el mal ejemplo de su padre, persistiendo en el mismo pecado con que éste hizo pecar a Israel. 27Basá hijo de Ahías, de la tribu de Isacar, conspiró contra Nadab y lo derrotó en la ciudad filistea de Guibetón, a la que Nadab y todo Israel tenían sitiada. 28En el tercer año de Asá, rey de Judá, Basá mató a Nadab y lo sucedió en el trono. 29Tan pronto como comenzó a reinar, Basá mató a toda la familia de Jeroboán. No dejó vivo a ninguno de sus descendientes, sino que los eliminó a todos, según la palabra que el Señor dio a conocer por medio de su siervo Ahías el silonita. 30Esto sucedió a raíz de los pecados que Jeroboán cometió e hizo cometer a los israelitas, con lo que provocó la ira del Señor, Dios de Israel. 31Los demás acontecimientos del reinado de Nadab, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 32Durante los reinados de Asá de Judá y Basá de Israel, hubo guerra entre ellos. Basá, rey de Israel

Reinado de Baasa

 33En el tercer año de Asá, rey de Judá, Basá hijo de Ahías ascendió al trono, y durante veinticuatro años reinó en Tirsá sobre todo Israel. 34Basá hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el mal ejemplo de Jeroboán, persistiendo en el mismo pecado con que éste hizo pecar a Israel.

Capítulo 16

 1En aquel tiempo la palabra del Señor vino a Jehú hijo de Jananí y le dio este mensaje contra Basá: 2"Yo te levanté del polvo y te hice gobernante de mi pueblo Israel, pero tú seguiste el mal ejemplo de Jeroboán e hiciste que mi pueblo Israel pecara y provocara así mi enojo. 3Por eso estoy a punto de aniquilarte y de hacer con tu familia lo mismo que hice con la de Jeroboán hijo de Nabat. 4A los que mueran en la ciudad se los comerán los perros, y a los que mueran en el campo se los comerán las aves del cielo." 5Los demás acontecimientos del reinado de Basá, y lo que hizo y atañe a sus obras, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 6Basá murió y fue sepultado en Tirsá. Y su hijo Elá lo sucedió en el trono. 7Además, por medio del profeta Jehú hijo de Jananí la palabra del Señor vino contra Basá y su familia, debido a todas las ofensas que éste había cometido contra el Señor, provocando así su ira. Y aunque destruyó a la familia de Jeroboán, llegó a ser semejante a ésta por las obras que hizo. Elá, rey de Israel

Reinados de Ela y de Zimri

 8En el año veintiséis de Asá, rey de Judá, Elá hijo de Basá ascendió al trono de Israel, y reinó dos años en Tirsá. 9Pero conspiró contra él Zimri, uno de sus funcionarios, que tenía el mando de la mitad de sus carros de combate. Estaba Elá en Tirsá, emborrachándose en la casa de Arsá, administrador de su palacio. 10En ese momento irrumpió Zimri y lo hirió de muerte, y lo suplantó en el trono. Era el año veintisiete de Asá, rey de Judá. 11Tan pronto como Zimri usurpó el trono, eliminó a toda la familia de Basá. Exterminó hasta el último varón, fuera pariente o amigo. 12Así aniquiló a toda la familia de Basá, conforme a la palabra que el Señor había anunciado contra Basá por medio del profeta Jehú. 13Esto sucedió a raíz de todos los pecados que Basá y su hijo Elá cometieron e hicieron cometer a los israelitas, provocando con sus ídolos inútiles la ira del Señor, Dios de Israel. 14Los demás acontecimientos del reinado de Elá, y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Zimri, rey de Israel 15En el año veintisiete de Asá, rey de Judá, mientras el ejército estaba acampado contra la ciudad filistea de Guibetón, Zimri reinó en Tirsá siete días. 16El mismo día en que las tropas oyeron decir que Zimri había conspirado contra el rey y lo había asesinado, allí mismo en el campamento todo Israel proclamó como rey de Israel a Omrí, el jefe del ejército. 17Entonces Omrí y todos los israelitas que estaban con él se retiraron de Guibetón y sitiaron Tirsá. 18Cuando Zimri vio que la ciudad estaba a punto de caer, se metió en la torre del palacio real y le prendió fuego. Así murió 19por los pecados que había cometido, pues hizo lo que ofende al Señor, siguiendo el mal ejemplo de Jeroboán y persistiendo en el mismo pecado con que éste hizo pecar a Israel. 20Los demás acontecimientos del reinado de Zimri, incluso lo que atañe a su rebelión, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Omrí, rey de Israel

Reinado de Omri

 21Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos facciones: la mitad respaldaba como rey a Tibni hijo de Guinat, y la otra, a Omrí. 22Pero los partidarios de Omrí derrotaron a los de Tibni, el cual murió en la contienda. Así fue como Omrí ascendió al trono. 23En el año treinta y uno de Asá, rey de Judá, Omrí ascendió al trono de Israel, y reinó doce años, seis de ellos en Tirsá. 24A un cierto Sémer le compró el cerro de Samaria por sesenta y seis kilos de plata, y allí construyó una ciudad. En honor a Sémer, nombre del anterior propietario del cerro, la llamó Samaria. 25Pero Omrí hizo lo que ofende al Señor y pecó más que todos los reyes que lo precedieron. 26Siguió el mal ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat, persistiendo en el mismo pecado con que éste hizo pecar a Israel y provocando con sus ídolos inútiles la ira del Señor, Dios de Israel. 27Los demás acontecimientos del reinado de Omrí, incluso lo que atañe a las proezas que realizó, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 28Omrí murió y fue sepultado en Samaria. Y su hijo Acab lo sucedió en el trono. Acab, rey de Israel

Reinado de Acab

 29En el año treinta y ocho de Asá, rey de Judá, Acab hijo de Omrí ascendió al trono, y reinó sobre Israel en Samaria veintidós años. 30Acab hijo de Omrí hizo lo que ofende al Señor, más que todos los reyes que lo precedieron. 31Como si hubiera sido poco el cometer los mismos pecados de Jeroboán hijo de Nabat, también se casó con Jezabel hija de Et Baal, rey de los sidonios, y se dedicó a servir a Baal y a adorarlo. 32Le erigió un altar en el templo que le había construido en Samaria, 33y también fabricó una imagen de la diosa Aserá. En fin, hizo más para provocar la ira del Señor, Dios de Israel, que todos los reyes de Israel que lo precedieron. 34En tiempos de Acab, Jiel de Betel reconstruyó Jericó. Echó los cimientos al precio de la vida de Abirán, su hijo mayor, y puso las puertas al precio de la vida de Segub, su hijo menor, según la palabra que el Señor había dado a conocer por medio de Josué hijo de Nun.

Capítulo 17

Elías predice la sequía

 1Ahora bien, Elías, el de Tisbé de Galaad, fue a decirle a Acab: "Tan cierto como que vive el Señor, Dios de Israel, a quien yo sirvo, te juro que no habrá rocío ni lluvia en los próximos años, hasta que yo lo ordene." 2Entonces la palabra del Señor vino a Elías y le dio este mensaje: 3"Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán. 4Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí." 5Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. 6Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo. 7Algún tiempo después, se secó el arroyo porque no había llovido en el país.

Elías y la viuda de Sarepta

 8Entonces la palabra del Señor vino a él y le dio este mensaje: 9"Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer." 10Así que Elías se fue a Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: Por favor, tráeme una vasija con un poco de agua para beber. 11Mientras ella iba por el agua, él volvió a llamarla y le pidió: Tráeme también, por favor, un pedazo de pan. 12Tan cierto como que vive el Señor tu Dios respondió ella, no me queda ni un pedazo de pan; sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mí. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre! 13No temas le dijo Elías. Vuelve a casa y haz lo que pensabas hacer. Pero antes prepárame un panecillo con lo que tienes, y tráemelo; luego haz algo para ti y para tu hijo. 14Porque así dice el Señor, Dios de Israel: No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra. 15Ella fue e hizo lo que le había dicho Elías, de modo que cada día hubo comida para ella y su hijo, como también para Elías. 16Y tal como la palabra del Señor lo había anunciado por medio de Elías, no se agotó la harina de la tinaja ni se acabó el aceite del jarro. 17Poco después se enfermó el hijo de aquella viuda, y tan grave se puso que finalmente expiró. 18Entonces ella le reclamó a Elías: ¿Por qué te entrometes, hombre de Dios? ¡Viniste a recordarme mi pecado y a matar a mi hijo! 19Dame a tu hijo contestó Elías. Y arrebatándoselo del regazo, Elías lo llevó al cuarto de arriba, donde estaba alojado, y lo acostó en su propia cama. 20Entonces clamó: "Señor mi Dios, ¿también a esta viuda, que me ha dado alojamiento, la haces sufrir matándole a su hijo?" 21Luego se tendió tres veces sobre el muchacho y clamó: "¡Señor mi Dios, devuélvele la vida a este muchacho!" 22El Señor oyó el clamor de Elías, y el muchacho volvió a la vida. 23Elías tomó al muchacho y lo llevó de su cuarto a la planta baja. Se lo entregó a su madre y le dijo: ¡Tu hijo vive! ¡Aquí lo tienes! 24Entonces la mujer le dijo a Elías: Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que lo que sale de tu boca es realmente la palabra del Señor.

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