Saltar al contenido

La Biblia hoy - Reina Valera 1995

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
04/03/2025

Deuteronomio 14-17

Capítulo 14

 1Hijos sois de Jehová, vuestro Dios; no os haréis incisiones ni os raparéis a causa de un muerto. 2Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la tierra.

Animales limpios e inmundos

 3Nada abominable comerás. 4Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra, 5el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. 6También podréis comer todo animal de pezuñas partidas, o sea, hendida en dos mitades, y que rumia. 7Pero estos no comeréis entre los que rumian o entre los que tienen la pezuña hendida: el camello, la liebre y el conejo, porque rumian, pero no tienen la pezuña hendida; os serán inmundos. 8Tampoco el cerdo, porque tiene la pezuña hendida, pero no rumia; os será inmundo. De la carne de estos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos. 9De entre los que viven en el agua, estos podréis comer: todo lo que tiene aletas y escamas. 10Pero no comeréis lo que no tiene aletas y escama; os será inmundo. 11Podréis comer toda ave limpia. 12Pero estas son las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 13el gallinazo, el milano según su especie, 14todo cuervo según su especie, 15el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies, 16el búho, el ibis, el calamón, 17el pelícano, el buitre, el somormujo, 18la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. 19Todo insecto alado os será inmundo: no se comerá. 20Podréis comer toda ave limpia. 21No comeréis ningún animal muerto. Al extranjero que está en tus poblaciones se lo darás, y él podrá comerlo; o véndelo a un extranjero, porque tú eres un pueblo consagrado a Jehová, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

La ley del diezmo

 22Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rinda tu campo cada año. 23Comerás delante de Jehová, tu Dios, en el lugar que él escoja para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová, tu Dios, todos los días. 24Si el camino es tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová, tu Dios, haya escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová, tu Dios, te haya bendecido, 25entonces lo venderás, llevarás el dinero contigo e irás al lugar que Jehová, tu Dios, escoja. 26Allí entregarás el dinero por todo lo que deseas: por vacas, por ovejas, por vino, por sidra o por cualquier cosa que tú desees. Comerás allí delante de Jehová, tu Dios, y te alegrarás, tú y tu familia. 27No desampararás al levita que habite en tus poblaciones, porque no tiene parte ni heredad contigo. 28Al cabo de tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. 29Allí vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus poblaciones, y comerán y se saciarán, para que Jehová, tu Dios, te bendiga en toda obra que tus manos hagan.

Capítulo 15

El año de remisión

 1Cada siete años harás remisión. 2En esto consiste la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que haya prestado algo de su pertenencia, con lo cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque ha sido proclamada la remisión de Jehová. 3Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tenga de ti, se lo perdonarás. 4Así no habrá mendigos entre los tuyos, pues Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová, tu Dios, te da por heredad, para que la tomes en posesión, 5si escuchas fielmente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 6Ya que Jehová, tu Dios, te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.

Prestamos a los pobres

 7Cuando haya algún pobre entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová, tu Dios, te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano pobre, 8sino que le abrirás tu mano liberalmente y le prestarás lo que en efecto necesite. 9Guárdate de albergar en tu corazón este pensamiento perverso: Cerca está el séptimo año, el de la remisión, para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada, pues él podría clamar contra ti a Jehová, y se te contaría como pecado. 10Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des, porque por ello te bendecirá Jehová, tu Dios, en todas tus obras y en todo lo que emprendas. 11Pues nunca faltarán pobres en medio de la tierra; por eso yo te mando: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Leyes sobre los esclavos

 12Si se vende a ti tu hermano hebreo o hebrea, te servirá seis años, y al séptimo le dejarás libre. 13Y cuando lo dejes libre, no lo enviarás con las manos vacías. 14Lo abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello con que Jehová te haya bendecido. 15Te acordarás de que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová, tu Dios, te rescató; por eso yo te mando esto hoy. 16Pero si él te dice: No te dejaré, porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo, 17entonces tomarás una lesna y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre. Así también harás con tu criada. 18No te parezca duro cuando lo dejes libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió seis años. Y Jehová, tu Dios, te bendecirá en todo cuanto hagas.

Consagración de los primogénitos machos

 19Consagrarás a Jehová, tu Dios, todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas. No te servirás del primogénito de tus vacas ni trasquilarás al primogénito de tus ovejas. 20Delante de Jehová, tu Dios, los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escoja. 21Pero si tiene algún defecto, si es ciego, o cojo, o tiene cualquier otra falta, no lo sacrificarás a Jehová, tu Dios. 22En tus poblaciones lo comerás; lo mismo el impuro que el limpio lo comerán, como si fuera una gacela o un ciervo. 23Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como si fuera agua.

Capítulo 16

Fiestas anuales

 1Guardarás el mes de Abib y celebrarás la Pascua a Jehová, tu Dios, porque en el mes de Abib, por la noche, te sacó Jehová, tu Dios, de Egipto. 2Sacrificarás la víctima de la Pascua a Jehová, tu Dios, de las ovejas y las vacas, en el lugar que Jehová escoja para que habite allí su nombre. 3No comerás con ella pan con levadura; durante siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto, para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto. 4No se verá levadura junto a ti en todo tu territorio durante siete días. Y de la carne que sacrifiques en la tarde del primer día, no quedará nada hasta la mañana. 5No podrás sacrificar la víctima de la Pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová, tu Dios, te da, 6sino en el lugar que Jehová, tu Dios, escoja para que habite su nombre. Allí sacrificarás la víctima de la Pascua por la tarde, a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. 7La asarás y comerás en el lugar que Jehová, tu Dios, haya escogido, y por la mañana regresarás y volverás a tu habitación. 8Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne dedicada a Jehová, tu Dios: no trabajarás en él. 9Siete semanas contarás; desde que comience a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas. 10Y celebrarás la fiesta solemne de las Semanas en honor de Jehová, tu Dios, presentando tus ofrendas voluntarias según lo abundantes que hayan sido las bendiciones de Jehová, tu Dios. 11Te alegrarás delante de Jehová, tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habita en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven entre los tuyos, en el lugar que Jehová, tu Dios, haya escogido para poner allí su nombre. 12Acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos. 13Celebrarás la fiesta solemne de los Tabernáculos durante siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. 14Te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. 15Durante siete días celebrarás la fiesta solemne en honor de Jehová, tu Dios, en el lugar que Jehová escoja, porque te habrá bendecido Jehová, tu Dios, en todos tus frutos y en todas las obras de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. 16Tres veces cada año se presentarán todos tus varones delante de Jehová, tu Dios, en el lugar que él escoja: en la fiesta solemne de los Panes sin levadura, en la fiesta solemne de las Semanas y en la fiesta solemne de los Tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; 17cada uno presentará su ofrenda conforme a la bendición que Jehová, tu Dios, te haya dado.

Administración de la justicia

 18En todas las ciudades que Jehová, tu Dios, te dará, pondrás jueces y oficiales, por tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19No tuerzas el derecho, no hagas acepción de personas ni tomes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos. 20La justicia, sólo la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová, tu Dios, te da. 21No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar de Jehová, tu Dios, que hayas edificado, 22ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová, tu Dios.

Capítulo 17

 1No ofrecerás en sacrificio a Jehová, tu Dios, buey o cordero en el cual haya defecto o alguna cosa mala, pues es cosa abominable para Jehová, tu Dios. 2Cuando se halle entre los tuyos, en alguna de las ciudades que Jehová, tu Dios, te da, un hombre o una mujer que haya hecho lo malo ante los ojos de Jehová, tu Dios, traspasando su pacto, 3que haya ido a servir a dioses ajenos y se haya inclinado ante ellos, ya sea ante el sol, la luna o todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido, 4y te sea dado aviso, entonces investiga muy bien. Si resulta ser cierto que tal abominación ha sido hecha en Israel, 5sacarás a las puertas de tu ciudad al hombre o a la mujer que haya cometido esta mala acción, sea hombre o mujer, y los apedrearás hasta que mueran. 6Por testimonio de dos o de tres testigos morirá el que haya de morir; no morirá por el testimonio de un solo testigo. 7La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo. Así apartarás el mal de en medio de ti. 8Cuando alguna cosa te sea difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Jehová, tu Dios, escoja. 9Acudirás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días, y preguntarás. Ellos te enseñarán la sentencia del juicio. 10Y harás lo que indique la sentencia que te dicten los del lugar que Jehová escoja, cuidando de cumplir todo lo que te manifiesten. 11Procederás según las instrucciones que te den y el juicio que te pronuncien; no te apartarás ni a la derecha ni a la izquierda de la sentencia que te dicten. 12El hombre que proceda con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová, tu Dios, o al juez, ese morirá. Así apartarás el mal de en medio de Israel. 13Y cuando todo el pueblo lo sepa, temerá y no se ensoberbecerá.

Instrucciones acerca de un rey

 14Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová, tu Dios, te da, tomes posesión de ella, la habites y digas: Voy a poner un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores, 15ciertamente pondrás como rey sobre ti al que Jehová, tu Dios, escoja. A uno de tus hermanos pondrás sobre ti como rey; no podrás poner sobre ti a un hombre extranjero que no sea tu hermano. 16Pero él no deberá tener muchos caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de adquirir caballos, pues Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino. 17Tampoco deberá tener muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni amontonará para sí demasiada plata ni oro. 18Cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta Ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas. 19Lo tendrá consigo y lo leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová, su Dios, guardando todas las palabras de esta Ley y estos estatutos, y poniéndolos por obra. 20Así no se elevará su corazón sobre sus hermanos, ni se apartará de estos mandamientos a la derecha ni a la izquierda, a fin de que él y sus hijos prolonguen los días de su reino en medio de Israel.

Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)