Saltar al contenido

Salmos 39

Reina Valera 1995

El carácter transitorio de la vida

1Yo dije: Atenderé a mis caminos
para no pecar con mi lengua;
guardaré mi boca con freno
en tanto que el impío esté delante de mí.

2Enmudecí con silencio,
me callé aun respecto de lo bueno;
pero se agravó mi dolor.

3Se enardeció mi corazón dentro de mí;
en mi meditación se encendió un fuego
y así proferí con mi lengua:

4Hazme saber, Jehová, mi fin
y cuánta sea la medida de mis días;
sepa yo cuán frágil soy.

5Diste a mis días término corto
y mi edad es como nada delante de ti;
ciertamente, es apenas un soplo todo ser humano que vive. Selah

6Ciertamente, como una sombra es el hombre;
ciertamente, en vano se afana;
amontona riquezas y no sabe quién las recogerá.

7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.

8Líbrame de todas mis transgresiones;
no me conviertas en la burla del insensato.

9Enmudecí, no abrí mi boca,
porque tú lo hiciste.

10Quita de sobre mí tu plaga;
estoy consumido bajo los golpes de tu mano.

11Con castigos por el pecado corriges al hombre
y deshaces como polilla lo más estimado de él;
¡ciertamente, es apenas un soplo todo ser humano! Selah

12Oye mi oración, Jehová, y escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas,
porque forastero soy para ti
y advenedizo, como todos mis padres.

13Déjame, y tomaré fuerzas
antes que vaya y perezca.


Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)

Leer en otras versiones de la Biblia: